¿Qué hacer?
En este pueblecito hay dos cosas para hacer, por la mañana ir a ver los monos al cañón del Río Barbas y por la tarde, al atardecer, subir al mirador.
Para ir a ver a los monos, hay que ir temprano y llevar ropa oscura. Hablamos con el del hostal, estábamos en Casa Colonial, y nos lo dejaba más barato que hablando directamente con el guía del parque, 35.000 pesos. Cuando fuimos nos atendió Alvaro, nos dio una vuelta por la selva hasta que vimos la primera familia, con la gran fortuna de que se acercaran como a tres metros. Después vimos otra familia de monos bastante más lejos y por ultimo fuimos a una cascada. Ya a la vuelta Alvaro nos saco una limonada mientras venia nuestro coche (incluido en el precio).
Respecto al mirador, decir que en el mapa marca más de uno, pero el bueno es la estructura que se ve en lo alto de la Colina, el otro que marca dentro del pueblo son unas tiendas con una terraza para tomar algo. Nos merecerá la más la pena ir al mirador justo antes del atardecer, pues el precio es alto para lo que es, 8.000 pesos, de esta manera disfrutaremos del mirador de día, y veremos la iluminación de noche. Aparte de disfrutar de un atardecer con unas vistas magnificas!
Las cenas en este pueblo son dignas de mención, un día fuimos a cenar a Helena Adentro, un sitio que se sale un poco del presupuesto del viajero pero que vale la pena disfrutar. La siguiente cena fueron unas medio arepas, medio bolas de chócolo en la calle que estaban exquisitas, a 1.000 pesos la bola, y no acabas con dos, ahorras lo de la cena anterior.
Para ir a ver a los monos, hay que ir temprano y llevar ropa oscura. Hablamos con el del hostal, estábamos en Casa Colonial, y nos lo dejaba más barato que hablando directamente con el guía del parque, 35.000 pesos. Cuando fuimos nos atendió Alvaro, nos dio una vuelta por la selva hasta que vimos la primera familia, con la gran fortuna de que se acercaran como a tres metros. Después vimos otra familia de monos bastante más lejos y por ultimo fuimos a una cascada. Ya a la vuelta Alvaro nos saco una limonada mientras venia nuestro coche (incluido en el precio).
Respecto al mirador, decir que en el mapa marca más de uno, pero el bueno es la estructura que se ve en lo alto de la Colina, el otro que marca dentro del pueblo son unas tiendas con una terraza para tomar algo. Nos merecerá la más la pena ir al mirador justo antes del atardecer, pues el precio es alto para lo que es, 8.000 pesos, de esta manera disfrutaremos del mirador de día, y veremos la iluminación de noche. Aparte de disfrutar de un atardecer con unas vistas magnificas!
Las cenas en este pueblo son dignas de mención, un día fuimos a cenar a Helena Adentro, un sitio que se sale un poco del presupuesto del viajero pero que vale la pena disfrutar. La siguiente cena fueron unas medio arepas, medio bolas de chócolo en la calle que estaban exquisitas, a 1.000 pesos la bola, y no acabas con dos, ahorras lo de la cena anterior.
¿Cómo llegar?
Nosotros veníamos de Salento, pero será fácil llegar desde Pereira o Manizales. Igual que a la vuelta fuimos a Montenegro, así que desde aquí, tendréis que coger un Willys para llegar.
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